viernes, noviembre 05, 2010

Ickinisaia Gue Atyqib (Casa de Pensamiento) Jardín Infantil Muisca de Suba

 
 “Todo viene del proceso de la Madre Tierra, todos somos sus hijos… en cada salón están especificados los procesos de la tierra -Ga, Qa, Miqa- que viven nuestros pequeños, desde la propia cunita del hogar: Ga, el paso de esa semillita de la tierra; luego crecen: Qa, aquí empiezan un proceso comunitario, comunicativo; y en Miqa, mi proceso, los niños y niñas exploran, se envuelven en su experiencia, en su contorno y sus vivencias, desarrollan la capacidad de crear”. Así explica la maestra muisca Olga Lucia Niviayo el proceso de formación que reciben 56 niños y niñas indígenas del Pueblo Muisca de Suba en Bogota, en el Jardín Ickinisaia Gue Atyqib, Casa de Pensamiento.

El Ickinisaia Gue Atyqib empezó a funcionar el pasado 21 de julio en su propia sede, una Casa como cualquier otra, ubicada en el Barrio Rincón de Suba, pero las maestras, niños, niñas y sabedores la han decorado de tal forma que, en ella está contemplado gran parte de la iconografía simbólica y sagrada del Pueblo Muisca. Sin proponérselo o quizá con este fin el equipo docente de trabajo: cinco maestras, tres sabedores, dos abuelas y un abuelo -además dos personas encargadas del aseo, dos de la cocina y tres de la seguridad-, su directora y los 56 niños han hecho del compromiso, la alegría, la esperanza y la cultura indígena muisca los pilares de esta Casa de pensamiento.

Esta “es nuestra Ickinisaia Gue Atyqib” dice la maestra Niviayo, quien con su grupito trabaja la arcilla y orienta el arraigo de los pequeños, de tres a seis años, a la tierra y a su cultura, durante sus primeros años de vida; en otro salón están los pequeños, de tres meses a un año, donde también una docente y la abuela María Natilde Bulla atienden los pequeños en su etapa de enfriamiento, el paso de la semilla a la vida, los niños y niñas inician un acercamiento a la agricultura y las plantas; en un tercer grupo los pequeños de uno a tres años, orientados por el sabedor muisca Gonzalo Gómez Cabiativa y una joven maestra, los pequeños danzan y cantan, se rencuentran con su historia y recrean su cultura ancestral, su tradición oral.

Compartimos con ellos un día de su cotidianidad; encontramos allí, en cada persona (no individuos, sino la cimiente de una comunidad) una esperanza de vida, un gran respeto por la Madre Tierra, un especial cariño, un profundo anhelo de realizar un sueño, gran sueño -y en ello centran todas sus fuerzas, su vida y su tiempo- la reconstrucción de la cultura muisca, del Muiscqubun su idioma, su tradición oral, sus raíces ancestrales, su territorio (son consientes que esto es muy difícil), afianzar su cosmovisión, fortalecer su identidad… “Nuestro interés es recatar nuestra cultura, rescatar la lengua, los usos y costumbres; somos un pueblo en reconstrucción”, expresó la directora del Jardín, Clara Yopasá.

Ayer, 12 de agosto, el Ickinisaia Gue Atyqib recibió la visita de una delegación del Pueblo Misak del Cauca, encabezada por el tata Juan Muelas, el equipo de trabajo de la Concejala Indígena Ati Quigua, Todos Atierra la Común-unidad por la Vida y la coordinadora del proyecto de jardines indígenas de la Secretaría Distrital de Integración Social, SDIS, Emily Quevedo. Los visitantes en su compartir con las maestras, con los sabedores y los niños, vivieron un momento de afecto y esperanza. Pocos días de la existencia cotidiana se viven experiencias tan estupendas; el cariño de los niños que nos regalaron sus canciones, sus danzas y sonrisas, nos contaron a viva voz que son: “niños indígenas muiscas de Suba”, con su mirar profundo, tierno y franco nos enseñaron a moldear la arcilla, nos recordaron nuestra procedencia de la Madre Tierra y de nuestros ancestros indígenas…

Apreciamos con gran asombro el especial ánimo de las maestras, los sabedores y la coordinadora del Ickinisaia Gue Atyqib, su carisma y su afecto, son mujeres y hombres sencillos de su comunidad; los visitantes comprendimos que hay un sueño, un compromiso, un proceso, pero ante todo una esperanza, un renacer a la vida a la cultura ancestral, un nuevo amanecer empieza a resplandecer y son consientes que nos es fácil, hay obstáculos, muchos retos y miedos por vencer -además porque su propósito es noble pero grande: ser el mejor Jardín de la Ciudad-.

Los Abuelos saben que momentos gratos hay muchos, pero no vuelven cuando los dejamos pasar, saben que el tiempo es corto para enseñar su sabiduría; nos lo recordó la abuela Natilde, quien en su repertorio cuenta un sinnúmero de plantas y sus virtudes medicinales, nutrientes… nos enseñó el valor de la vida y el tiempo, “no volverán los momentos maravillosos que escapan… no habrá un nuevo renacer cultural sino no es hoy, el momento de rescatar la tradición muisca es ahora…”

Son muchos los retos, el abuelo Gonzalo habló de la ardua tarea de restaurar la memoria histórica. No ha sido fácil apropiar las tradiciones y restaurar la historia, pero se ha avanzado y hay expectativa, estamos en un momento interesante y empezar a sembrar esa semilla en los niños ha sido gratificante, a pesar del corto tiempo. En materia territorial la cosa es más difícil, la maestra Clara Yopasá, señala con nostalgia que, otrora, los muiscas fueron dueños de Suba y la sabana de Bakatá, “pero fue antes, hoy nuestras tierras están en otras manos, otra gente ocupó nuestro territorio ancestral…” Mientras la joven maestra Niviayo se queja, con no menos nostalgia, que “no tenemos nuestra chagra para que los niños cultiven la tierra y siembren la semilla y se compenetren con ella pero avanzaremos en este propósito… Pese a los retos y dificultades una semilla germinó y dará frutos, la siembra la hizo la comunidad y ella la cuidara.

La Concejala Ati Quigua comparte la ocasión, resalta que se haya empezado a materializar un sueño por el cual ha apostado, a ello responde la creación de Ickinisaia Gue Atyqib y otros seis jardines propios para pueblos indígenas residentes en la Capital por parte de la Administración de Samuel Moreno Rojas, especialmente con el apoyo de la SDIS. Los lineamientos de este proyecto son la materialización de los lineamientos contemplados en el Acuerdo 359/09, de su autoría, que ordena la adecuación institucional pertinente de las entidades del Distrito Capital que tienen responsabilidades, funciones, competencias y programas con población indígena, para brindarles atención adecuada a sus especificidades culturales; y que contempla, también el apoyo a la educación propia de las comunidades indígenas en el Distrito.

La voz de los protagonistas, contexto muisca de Suba
Clara Yopasá, Coordinadora Ickinisaia Gue Atyqib. Nuestras familias pertenecen a los estratos 1, 2 y 3; mayoría son familias numerosas donde hay abuelos, tíos, tías, primos, primas. Nuestra comunidad está integrada por 1930 familias, 6000 personas, aproximadamente. Estamos trabajando en el rescate de nuestra descendencia a partir de nuestros apellidos que tenemos las docentes, todas somos muiscas. Los 12 clanes, apellidos que pertenecemos son Bulla, Nivia, Bajonero, Piracún, Niviayo, Yopasá, Mususú, Neuque, Quinche, Cera, Cabiativa, Caita, Neuque (de ellos se derivan los Chizaba, Chipo, Cuenca, Landecho, Lorenzano, Rico, Ospina, Torres y Triviño entre otros), esas familias eran dueñas de Suba, ahora estas tierras no nos pertenecen, llego la Urbe, grandes construcciones, centros comerciales y nosotros vivimos en apartamentos en el aire, nuestra tierra no la quitaron, otros la tienen.

Los muiscas pertenecían a la familia lingüística chibcha, ocuparon Valles fértiles de los ríos Funza, Bogotá, Blanco y Suarez hasta la laguna de Fúquene… Desarrollaron actividades agrícolas, cultivaron maíz, papa, cuvios, habas… Fueron grandes tejedores; hacían mantas, cerámica, artesanías, fueron comerciantes, trabajaron mucho el barro, que fue muy importante para ellos, cuando iniciaron su trabajo hacían figuras de serpientes y armaban los chorotes y vasijas. En comienzo lo dejaban al aire libre y se deformaban sus figuras, hasta que aprendieron a coser el barro en el fuego...

Lo que más respetaron nuestros ancestros fue la conservación de territorios sagrados que todavía quedan algunos: El Parque de los Nevados, antes cementerio muisca, ahora lo arreglaron y nos reunimos para desarrollar la espiritualidad, pese a que está cementado lo concebimos como un lugar espiritual; está el humedal la Conejera, la Laguna Sagrada de Tibabuyes y el Camino del Indio, en el Rincón.

Enfoque del Jardin. Es un jardin creado para atender niños y niñas muiscas de Suba: niños bebecitos, caminadores párvulos, hasta los de pre-jardin; es un lugar acogedor, nos estimula visualmente, a pesar que apenas lo estamos decorando… queremos hacer muchas cosas en el camino… Nuestro esfuerzo de recuperación cultural sembramos en nuestros niños y niñas, queremos que nuestra Ickinisaia Gue Atyqib sea el mejor Jardin de Bogotá. Una de las prioridades del proyecto pedagógico es reconocer qué niños y niñas vamos a formar. Queremos formar niños felices, íntegros, autónomos con principios y valores que amen y defiendan, reconozcan y respeten a nuestra Madre Naturaleza. El propósito está enmarcado en formas personitas que desarrollen habilidades propias de la cultura muisca, que sean artistas, con gusto por la música, la danza, la artesanía, que rescatemos nuestra lengua el Muiscqubun.

Ello lo aprenden los niños y niñas en sus fases que pasan, al igual que la Madre Tierra: Ga Qa Miqa. Ga, primera fase creación en la cual reciben estímulos que les permiten comunicare y desarrollarse física, espiritualmente, emocionalmente y cognitivamente… En esta fase es fundamental el apoyo de la familia. Qa, es bola de fuego se va formando el valor y poder del pensamiento; niños y niñas van desarrollando el lenguaje, alrededor de los dos años se forman como personitas con características propias gracias a las vivencias que los rodean alcanzando una madurez y llegan a la fase Miqa.

Miqa, al llegar aquí la tierra tiene su órbita y su satélite que es Chia, la luna; los niños y niñas de tres años tienen un terreno más cosechado, son indagadores, curiosos, observadores, tienen sus ojos abiertos explorando su entorno con toda su energía. Finalizando esta fase de la Tierra, llegamos a Hilstcha Guaía (cuatro años) la Madre Tierra y ya tienen capacidad de explorar, se les ve la esencia, el fruto germinado con todo su resplandor. De acuerdo a ello nuestro énfasis: 1) artístico, trabajamos la danza, la música, la artesanía para tener niños poetas, bailarines, músicos artesanos… 2) Hilstcha Guaía: queremos que los niños sean defensores de su territorio y protectores de la Madre Tierra, del Sol, el Viento y el Fuego los cuatro elementos sagrados. 3) Espiritual y pensamiento, queremos niños y niñas promotores de valores, gente de agua y maíz, respetuosos, honestos y solidarios y 4) Lugar de la palabra, tradición oral: queremos niños y niñas que comuniquen el pensamiento muisca, sus mitos y leyendas, divulgadores del Muiscqubun, nuestra lengua muisca. Los padres de familia cuentan que los niños tienen sus palabritas en Muiscqubun, cantan, danzan. La comunidad está muy contenta, hay gente que no es de la comunidad interesada en el proceso…

Olga Lucia Niviayo, Maestra. Estoy muy contenta, el proyecto responde a una meta y prioridad del cabildo: tener un Jardin Propio de la comunidad, son dos, pero estamos trabajando en nuestra Ickinisaia Gue Atyqib. Soy maestra titular en este momento, licenciada en preescolar… estamos en rescate de nuestra cultura, nuestras costumbres, hemos aprendido mucho de nuestros sabedores y nuestros niños.

La arcilla: Ickinisaia Gue Atyqib, Madre tierra, es fundamental para la formación de los niños. En ello nos ayudan los sabedores, todo tiene un enlace: comienza desde nuestro Creador, Chiminiguagua, cómo nos dio la tierra, esas cosas que tienen tan lindas nuestro proceso de la tierra como la arcilla; cómo hacer una obra maestra, una múcura, un pocillo, un plato… Esto enriquece mucho, la arcilla es tan buena que hasta cura, es mágica y elemental, la podemos utilizar, incluso como plastilina…

El proceso de rescate de la memoria histórica en Suba. Hemos querido indagar muchas cosas, pero hay muchos obstáculos; muchas historias de nuestro Pueblo Muisca, cuando vinieron los españoles, las llevaron a bibliotecas que están fuera del país y ha sido imposible rescatar esas memorias. Según lo que investigó el grupo joven del Cabildo, se encuentran en bibliotecas de Barcelona y Madrid…Pero gracias a la sabiduría de nuestros mayores y la tradición oral se ha rescatado parte de nuestra memoria.

Emily Quevedo, SDIS. Muy conmovida expresó su alegría y felicitó, como lo hicimos todos, al grupo de trabajo de Ickinisaia Gue Atyqib que han emprendido este nuevo camino. Resaltó la importancia que cada jardín haya tomado sus propias especificidades y que cada uno contemple un mundo distinto. “Lo estamos logrando y ello me satisface mucho, pero especialmente satisface a las comunidades, es valioso mirar que cada uno (de los seis jardines) tiene su esencia, sus particularidades…”. Contrario al temor que se tenía de homogenizar los jardines, Ickinisaia Gue Atyqib y demás jardines han logrado trabajar desde sus respectivas orillas, respondiendo a la cultura de cada pueblo.

Mensaje Misak. El mayor Juan Muelas, los jóvenes: Luis Eduardo Calambás Velazco y Edgar Velazco; los dos niños misak y las dos mujeres de este pueblo que visitaron a Ickinisaia Gue Atyqib, resaltaron la importancia de revitalizar y resinificar nuestras culturas, cada pueblo desde su procedencia ancestral. Invitaron a aunar esfuerzos, sembrar semillas y crecer juntos para encontrar la sabiduría. Resaltaron la simbología sagrada del Pueblo Muisca, en ella está plasmado el lenguaje, el sentir… “Hay que plasmar esta simbología en el vestuario, especialmente de los niños, en casas, en muchos lugares…
 
Fuente: Ickinisaia Gue Atyqib (Casa de Pensamiento) Jardín Infantil Muisca de Suba
Fotografía: Ricardo Torres Ariza. Cenefas (Mascaras Muiscas), decorado interior. 
 
 

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