" El rostro de los pueblos Arawak y Caribe, que se curtio con los vientos alisios y los del interior en las provincias de Tairona, Betoma, Orejona, Caribe, Chimila, Arauca, Macongana, Taironaca, Valle de Upar. Es un rostro de oro y de barro que en lo Tairona dio una de las cerámicas mas finas y hermosas de América. En estos materiales, estos pueblos dieron forma a su semblante y al mítico, el de su religión, que con el correr de los tiempos se fundió en un solo rostro zoomorfo y antropomorfo de los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta, los hijos del fuego y del jaguar.
El rostro del hombre Tairona no es esta pequeña muestra presentada aquí. Sus expresiones son muchas, extensas en el tiempo y en el espacio, mas mis limitaciones y la destrucción de que ha sido objeto han impedido que lo presente en todo su esplendor, destrozando, vendiendo el arte pre colombino de América; sin embargo, en esta muestra presentimos como fue, que pensaba, como organizaba su vida, que quería, a donde iba y de donde venia. Lo que no alcanzamos a ver en este es su fin, porque este fue el rostro de su mejor momento: el de su vencimiento no tiene color ni expresión, es un rostro melancólico, abatido, es el rostro de los hombres de los ghettos, de los segregados que viven en el limbo, aunque este sea el rostro del colombiano de hoy..."
Investigación, dibujos, textos, diagramación y edición
de Antonio Grass. 1982
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